Durante mi docencia en la Facultad de Ciencias Sociales en la Universidad de Chile, se destapó el fraude de un historiador graduado en dicha unidad. La situación se manejó discretamente, a pesar de su aparición en los medios de comunicación, porque no solamente el plagiador habia burlado filtros de la universidad, sino también habia robado material intelectual de diversos académicos nacionales.
En el artículo de un medio periodístico chileno Confesiones de un plagiador, se puede conocer la versión de dicho personaje; quién aprovechó que muchos libros no están digitalizados y publicados en internet, que la mayoría de los textos no han sido vistos ni citados, que los trabajos en inglés no son abordables por un sector de investigadores, etc.
Este personaje ciertamente fue un plagiador serial, como bien lo denomina la noticia, por ello a la universidad mexicana donde laboraba no le quedo más opción que despedirlo, a su vez se le ha revocado el grado de Doctor y ha sido expulsado de CONACYT (México).
El plagio es una materia que esta definida en los diversos escenarios sociales, como también esta regulado por distintas instituciones. Personalmente, pienso que no es malo utilizar material intelectual ajeno, sin embargo, se debe actuar responsablemente obteniendo las licencias que autoricen dicho uso; como músico me ha tocado hacer ese tipo de tramitaciones y la verdad, no es algo tan complejo.
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